En el barrio de Olivos se encuentran estas dos estaciones de distintas lineas ferroviarias y con distintos nombres, pero vecinas ya que se encuentran separadas solo por la avenida Maipú.
La primera correspondiente a Trenes de Buenos Aires y la segunda perteneciente al malogrado emprendimiento turístico del Tren de la Costa.
Estos dos ferrocarriles actualmente separados por muchos aspectos, fueron antiguamente uno solo, originalmente llamado Ferrocarril Buenos Aires y Rosario, luego Gral. Bartolomé Mitre y llegaba hasta la estación Delta en la ciudad de Tigre, pero en 1961 gracias al nefasto plan Larkin, la estación Mitre junto a la avenida Maipú paso a ser su punta de rieles al eliminarse el recorrido entre ésta y Delta.
Toma de agua y tanque, recuerdos de la época del vapor.
Tope de vía auxiliar, quedó como objeto decorativo.
Por este puente peatonal sobre la avenida, se interconectan las dos estaciones.
El Tren de la Costa fue inaugurado en 1995, pleno auge del menemato, como un gran emprendimiento turístico pero fue un total fracaso. Se modificó la trocha original que era 1,676m. y se construyó en 1,435m., también se cambió el sistema de alimentación que actualmente es por catenaria y se compraron formaciones eléctricas CAF 0km. fabricadas en España con aire acondicionado.
Muy pintorescas pero poco útiles para los vecinos debido al alto costo de los pasajes.
Al decir que fue un fracaso el proyecto turístico no estoy exagerando, lo que alguna vez fue una galería comercial con muchos negocios hoy es un pasaje oscuro, con vidrios rotos y algunos stands abandonados.
Los nomencladores fueron deteriorados.
En la estación Mitre, era atentamente observado por varios policías mientras sacaba fotos pero no había ninguno cuando algunas bestias pintarrajearon totalmente esta dupla CAF del Tren de la Costa. No dejaron un centímetro cuadrado sin pintar.
Hasta estos tres vagabundos molestos por mi sesión de fotos me miraban muy mal.
2 comentarios:
Unas fotos preciosas, es increible que despues de un siglo de inversiones desastrosas en ferrocarril, en los años noventa todavía los políticos no sean capaces de diferenciar un buena de una mala inversión.
Pero ello no es sólo patrimonio del nuevo continente, aquí en España en los últimos 12 años se están construyendo km y km de alta velocidad la mitad de los cuales no hace falta ser un lince para ver que no serán rentables. Pero en fin estamos condentados a repetir la historia ciclicamente.
Un abrazo desde Barcelona.
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